La planeación es un proceso que empieza por
definir los objetivos y los planes para alcanzarlos. El punto de partida es el
establecimiento de los objetivos por alcanzar.
La fijación de objetivos es la primera
actividad que debe cumplirse: saber a dónde se pretende llegar para saber con
exactitud cómo llegar hasta allá.
Los objetivos son los resultados futuros que
se esperan alcanzar. Son las metas seleccionadas que se pretenden alcanzar en
cierto tiempo con determinados recursos disponibles o posibles.
Así los objetivos son pretensiones futuras
que una vez alcanzadas dejan de ser objetivos para convertirse en realidad.
Los objetivos de las organizaciones pueden
situarse en una jerarquía que va desde los objetivos generales de la
organización hasta los objetivos operativos u operacionales que implican
simples instrucciones para la rutina cotidiana.
Como consecuencia de la jerarquía de
objetivos surge el desglose de los mismos.
A partir de los objetivos organizacionales,
la empresa puede fijar sus políticas, directrices, metas, programas,
procedimientos, métodos y normas. Aunque los objetivos organizacionales son
amplios y genéricos, su focalización es más restringida y detallada a medida
que se avanza en su desdoblamiento.
Fuente:
Chiavenato,
Idalberto (2006). Introducción a la
teoría general de la administración. Ed. Mc Graw-Hill Séptima edición
No hay comentarios:
Publicar un comentario